prenatal, cursos de preparación al parto

Los cursos de preparto no solo son mauales de obstetricia, ni sirven para que tengamos unas pautas a la hora del parto, son para conocer todo lo necesario para vivir el embarazo sin una excesiva ansiedad. Las clases de preparación al parto nos hablan de la alimentacion, de los resultados de los analisis, informacion sobre el hospital, lo que sucede en la dilatacion y el parto, los posibles problemas, consejos tras el parto, la lactancia incluso tratan del cuidado del bebé. Tanto si eres madre primeriza como si ya has tenido hijos viene bien acudir a ellos pues evolucionan segun las necesidades y los conocimientos actuales. Fomentan el ejercicio, lo que ayuda con el control del peso.
 Son muchas las publicaciones que coinciden con las ventajas de estos cursos: se corre un menor riesgo de cesaria (en el 27,6% de las que an asistido frente al 41,5% de las que no lo han hecho nunca. Menor consumo de analgesicos ya que fomentan el uso de otros métodos como masajes, ejercicios, uso de la relajacion, apoyo emocional... Existen un menor riesgo sobre los trastornos emocionales que se pueden presentar tras el parto, nos dan informacion sobre la lactancia materna, incluso empezamos con los cursos sobre esta antes de la alumbración. Se comparten experiencias con otras futuras mamas lo que nos ayuda a ver normal las emociones, ansiedades o nervios ya que son comunes. En ellos es importante que tambien participen los papas (incluso hay clases exclusivas para ellos), que acompañen en lo posible, ellos tambien sufren nuestras dudas.

controlar los esfinteres

• Ves hablando del tema: enséñele las palabras adecuadas: pipí, orina, caca, heces, mojado, sucio, limpio, pañal, water, retrete, orinal, bacinilla,...

• Permite que el niño vea cómo hacen los mayores (niños o adultos).
• Observa si el niño tiene algún movimiento especial antes de defecar (se pone rojo, se encoge,...) u orinar (se mueve, cruza las piernas, se lleva las manos al pubis,...). Cuando lo inicie, llámele la atención para que se de cuenta de ello: "Juan, me parece que tienes ganas de hacer caca ahora ¿verdad?"
• Propóngale un primer intento: "¿Quieres sentarte un rato en el orinal a ver si sale tu caca?" Si el niño tiene éxito, celébrelo con una alabanza, una frase sencilla. Si no, no pasa nada. Pero se puede decir que "otro día" o "la próxima vez" Juan hará en el orinal como los niños mayores.