Blog de Buenas PrácTICas

viernes, 16 de diciembre de 2011

Establece normas, juegos que ayudan

 Te he comentado lo bueno que es que sepa que debe de recoger o que te ayude en pequeñas tareas domésticas, apartir de los dos años ya comprende que hay normas y debe de saber que hay que respetarlas.  Tenéis que establecer unas reglas, pautas sencillas y siempre las mismas. Si le ayudas a comprender el "por qué" de las reglas le será más fácil seguirlas. Explícale que hay algunas cosas que hacemos para estar seguros, como dar la manita para cruzar la calle o llevar zapatos fuera. Mantén tus reglas razonables, claras y consistentes y ten paciencia mientras aprende a seguirlas. La mayoría de los niños necesitan que se les recuerden a menudo con suavidad, festeja y jalea sus logros y cuentale la importancia de que lo haga bien. Dialoga siempre, es importante que le cuentes las buenas sensaciones que te da verle hacer las cosas bien. O le comentes, con tono de enfado moderado, que esta mal si no lo hace. Debes de ser constante y llegara a verlas como algo más de su vida cotidiana, cuando sea así podremos ir incrementando sus obligaciones.

JUEGOS


La duración de la atención de tu hijo está expandiéndose y algunas veces estará tan absorto en su juego que resentirá que le interrumpas. Puedes hacer que las transiciones sean más fáciles avisándole por adelantado, por ejemplo diciendo: " Puedes jugar con los bloques durante cinco minutos más, pero luego vamos a cenar". Cuando puedas, sé flexible con el horario. Y ten presente que algunos niños pueden necesitar un par de llamadas para facilitar la transición de apartarse del juego.


¡Vamos a hacer la compra!: Compra una cesta y comida de plástico y recread un mercado en casa. ¡Incluso podéis usar dinero!.Explicale para que sirve cada alimento, las comidas que al bebé más le gustan con que ingredientes se hacen.

 Mamás y papás: Es un juego que les ayuda a comprender qué es ser padre. Jugad con muñecos a vestirlos, darles de comer, cambiar el pañal, a bañarlos, que los haga dormir aunque este llorando, a leerles cuentos … como si fueran sus hijos.

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